Pokemon Go, el cazador cazado.

20 julio, 2016

«Pokemon Go, el cazador cazado», post de Marta Aldea, asociada senior de ECIJA, para TheLawClinic.

El pasado viernes 15 de julio  la aplicación gratuita para móviles Pokémon Go aterrizaba en España.

El videojuego requiere que el jugador recorra su ciudad para descubrir las distintas clases de pókemon, que aparecen en las calles, iglesias, centros comerciales o en cualquier lugar recóndito.

La aplicación de realidad aumentada desarrollada por Niantic y Nintendo está ya disponible en España a través la App Store de Apple o en la Play Store para Android, habiendo sido un rotundo éxito también en nuestro país.

Niantic,  compañía que ha desarrollado el juego, dirigida John Hank,  formó parte de Google hasta el año 2015, momento en el que se desvincularon las dos compañías.

La pregunta que debemos hacernos como usuarios es ¿qué beneficio obtiene la compañía con una aplicación que es gratuita?

Una vez descargada en nuestro smartphone, nos solicita los siguientes accesos:

  • Identidad
  • Ubicación
  • Fotos/multimedia/archivos
  • Cámara
  • Información de conexión de Bluetooth.

Confirmados los permisos, comienza el proceso de registro que podemos llevar a cabo  bien a través de nuestra cuenta de Google o bien con una cuenta preexistente del Club de Entrenadores Pokémon.

Al registrarnos con Google, las primeras versiones de la aplicación le permitían un acceso absoluto a nuestra cuenta, en la última versión se solicita exclusivamente conocer el usuario de Google y la dirección de correo electrónico.

A continuación tenemos que aprobar la política de privacidad, pero ¿qué información y datos estamos permitiendo que traten?

  • Datos identificativos: información que permita identificar o reconocer al usuario, teniendo como límite la configuración de privacidad de nuestra cuenta en Google.
  • Datos de registro: adicionalmente, pueden almacenar la dirección de Protocolo de Internet (IP) del usuario, el agente de usuario, el tipo de navegador, el sistema operativo, la página web que ha visitado un usuario antes de acceder a la aplicación, las páginas o funciones a los que se ha desplazado un usuario y el tiempo dedicado a esas páginas o funciones, términos de búsqueda, los enlaces en sus servicios en los que el usuario ha hecho clic y otras estadísticas.
  • Mientras se está jugando, se almacena el nombre de usuario, y los mensajes enviados a otros usuarios, el país de procedencia y el idioma.
  • Información sobre cookies y balizas.
  • Ubicación.

La siguiente pregunta que debemos hacernos es ¿con quién comparte la aplicación estos datos?

De acuerdo a la política de privacidad, no se comparten los datos identificativos (¿el resto si?) salvo con:

  • The Pokémon Company («TPC») y TPCI.
  • Con los proveedores de servicios
  • Terceros ( En este caso, parece que solo se comparte información agregada y no identificativa)
  • Transacciones comerciales ( en el supuesto que la compañía sea absorbida por terceros, se compartirá toda la información que dispongan)
  • Por último, el cajón de sastre: se puede compartir cualquier información con el gobierno, organismos de enjuiciamiento civil o entidades privadas para aplicar y hacer cumplir la ley.

Como se puede observar, uno de los principales activos comerciales de Pokémon Go es la información que facilitamos y no sólo de nuestros datos personales, sino de nuestros hábitos, puesto que le estamos dando el poder de conocer nuestro día a día, dónde vamos, qué lugares visitamos, en cuáles nos detenemos…