La revista del Colegio de Abogados de Madrid entrevista a Alejandro Touriño, socio director de ECIJA.
1.El sector legal es uno de los sectores económicos más tradicionales en cualquier sociedad. Ello no evita que a corto plazo los despachos de abogados deban acometer un ejercicio profundo de transformación digital. Al fin y al cabo, no dejamos de ser empresas de servicios orientadas al cliente, y si éstos ya se han transformado o están en ese proceso, ¿cómo no vamos a hacerlo nosotros? Transformarnos en la gestión, en la automatización de procesos y en el enfoque al cliente, orientándonos hacia la eficiencia y ofreciendo valor añadido en la calidad del servicio debe ser el mantra de cualquier firma de abogados.
2. En ECIJA llevamos la innovación en el ADN de la firma y la incorporamos en nuestro día a día bus- cando ir siempre un paso por delante. La tecnología nos ha ayudado a gestionarnos de forma eficiente gracias a la automatización de procesos y herramientas de gestión de información, orientarnos a resultados y buscando mejorar la experiencia del cliente. Además, nos ha permitido ofrecer nuevos servicios, crear nuevas áreas de práctica y abrir otros mercados. El perfil de profesionales que componen ECIJA hace que seamos una firma muy propicia al cambio y a la transformación. De hecho, así surgió Data Forecast (herramienta galardonada con el Premio Expansión 2017 al proyecto más innovador): la conjunción de nuestro expertise en protección de datos, el conocimiento y uso del big data y la incansable búsqueda de soluciones innovadoras para nuestros clientes. El resultado es que esta herramienta es capaz de predecir con un 90% de probabilidad el fallo de la Agencia Española de Protección de Datos ante un procedimiento para/con nuestros clientes.
3. En nuestro caso ha favorecido el crecimiento de la firma: no sólo hemos creado nuevas áreas de práctica, sino que hemos aterrizado en mercados y sectores muy poco explorados por otras firmas y con un carácter puramente innovador y digital.
4. Una oportunidad, sin duda. La automatización y la inteligencia artificial suponen agilidad, precisión, eficacia y ahorro de tiempo para el abogado, que puede centrarse en aquellas tareas en las que realmente aporta valor añadido. Si además nuestras decisiones vienen respaldadas por un sistema inteligente, ¿qué mayor garantía se le puede ofrecer a un cliente? Creo que es una oportunidad que nos obligará a modular nuestro modo de trabajar en la búsqueda permanente de la excelencia.
5. El abogado del futuro debe estar muy preparado para el cambio, que paradójicamente será una constante en el día a día de su profesión. Además, debe ser un abogado global, con dominio de idiomas, formación tecnológica, habituado a trabajar en entornos dinámicos y en equipo y con un profundo conocimiento del sector, muy orientado a negocio y resultados. Una frase que me gusta mucho, atribuida a un abogado de una gran tecnológica, reza algo así como que el abogado que sepa programar código tendrá superpoderes.
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