Citas 2.0
Era inevitable que, tarde o temprano, el mercado de las empresas de citas diese el salto a la red. No en vano, el negocio del sexo es uno de los más rentables en Internet (no olvidemos, por ejemplo, las cifras astronómicas que en su día se pagaron por dominios como) y el mercado de las citas no iba a ser menos.
Como digo, el negocio del sexo en Internet no tiene límites. Y las redes sociales no han querido dejar escapar ese tren. Un curioso estudio llevado a cabo por el profesor de sociología de la Universidad de Columbia, Sudhir Venkatesh, reveló que un 83% de las prostitutas de Nueva York tiene su propia página en Facebook.
Obviamente, la percepción del contacto entre humanos ha cambiado significativamente en los últimos tiempos y las redes sociales juegan un papel muy relevante en ello. Pero no sólo Facebook, como desvelaba el estudio, juega un papel fundamental en el negocio del sexo por Internet. Otras redes sociales se han subido a ese carro y, a modo de redes sociales verticales, han creado un ecosistema en el que poner en contacto a sujetos con un interés común.
Redes como, Match.com, Meetic, o Badoo son sólo ejemplos de un negocio que cuenta con un volumen asombroso de adeptos. Sólo por aportar algunas cifras, Match.com se presenta como la compañía de citas online que tiene más de 20 millones de miembros en 25 países y en más de 8 idiomas diferentes. Meetic, por su parte, se anuncia como el mayor sitio web de encuentros, búsqueda de pareja y amigos en toda Europa. A su vez, la popular Badoo supera los 100 millones de usuarios en todo el mundo.
Pero este tipo de sitios web de encuentros ha adoptado modalidades realmente curiosas. La red AveMariaSingles pretende ser como una red social de ligues, pero sólo para católicos.
En Bookioo, por ejemplo, los hombres se registran, indican sus datos personales y redactan un perfil detallado con sus aficiones, inquietudes y demás, pero no pueden ver el perfil de nadie, ya que, como indican en su web, “los hombres NO pueden ponerse en contacto con las chicas. Sólo nosotras podemos establecer contacto con ellos.”
El caso de Chatroulette es distinto, más directo, por cuanto que permite entablar una conversación con otros usuarios de la red. Eso sí, es un servicio aleatorio donde puede tocarte cualquier persona, sin capacidad de elección.
Otro supuesto de análisis, por el rápido éxito cosechado, es el de Victoria Milán, web de citas para casados o gente con pareja que busca tener una aventura de manera confidencial. Para ello la web garantiza seguridad, anonimidad y confidencialidad en el intercambio.
Jurídicamente, este tipo de plataformas presentan una serie de características comunes, propias de las redes sociales. En efecto, siguiendo el Dictamen 5/2009 del Grupo de trabajo sobre protección de datos del Artículo 29 sobre las redes sociales en línea, este tipo de plataformas tendrían la consideración jurídica de redes sociales, pudiendo ser conceptualizadas como servicios de la sociedad de la información, según se definen en la Directiva 98/34/CE y presentando las siguientes características comunes.
(i) Los usuarios proporcionan datos personales para generar su perfil; (ii) Las redes proporcionan herramientas que permiten a los usuarios poner su propio contenido en línea; y (iii) Funcionan gracias a la utilización de herramientas que proporcionan una lista de contactos para cada usuario, con las que los usuarios pueden interactuar.
Pero si en algún aspecto tienen especial incidencia este tipo de redes es en lo relativo a la privacidad y la intimidad de los individuos, derechos que constitucionalmente protegen el círculo íntimo del sujeto. Además, tratándose de datos que pueden mostrar la opción sexual del individuo, éstos tienen la consideración de datos de carácter personal de nivel alto, con las consiguientes medidas de protección que tal consideración exige.
En atención al modo de funcionamiento de la propia red, el uso que se haga de los datos que aportemos será radicalmente distinto. Si pensamos, por ejemplo, en una red que busca la confidencialidad como Victoria Milan, podemos observar cómo en su política de privacidad, advierte que al registrar un perfil personal en el sitio web se le pide al usuario que proporcione cierta información como un nombre de usuario, una dirección de correo electrónico, fecha de nacimiento, etc. Sin embargo, recomienda la web “elegir un nombre de pantalla que no pueda atribuirse a su identidad real, así como una cuenta de correo electrónico anónima que sea creada exclusivamente para Victoria Milan para garantizar su total confidencialidad”.
Por contra de la anterior práctica, la mayor parte de sitios de citas 2.0 indican en el propio registro y facilitación de datos por el usuario que la información y contenidos (fotografías o vídeos) que los usuarios suministran a título voluntario, son realizados bajo su propia responsabilidad, son susceptibles de revelar su origen étnico, nacionalidad, religión u orientaciones sexuales y que, al suministrar tales informaciones, el usuario consiente expresamente al tratamiento de sus datos por parte de la red social en cuestión y a que cierta información sea compartida con otros usuarios de la red.
Por todo lo anterior, es exigencia más que recomendación, el hecho de que el usuario que vaya a acceder a este tipo de plataformas conozca la política de privacidad del sitio web en cuestión, principalmente, para evitar sorpresas no deseadas.
Enlace al artículo: http://blogs.lainformacion.com/legal-e-digital/2012/07/25/citas-2-0/