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18 enero, 2021

Este artículo fue publicado por Revista Byte TI.

Aunque ahora pueda resultar increíble, los avances tecnológicos en materia de transporte nunca fueron fáciles, debido a los recelos que estimulan la ignorancia y el miedo a lo desconocido. Así ocurrió con la aparición del ferrocarril en el siglo XIX, al que se le acusó de corromper la moral, provocar la extinción de animales y plantas e, incluso, ser la causa de la posible muerte de personas por asfixia, al viajar a una velocidad superior a los 30 kms./hora, pudiendo sufrir traumas físicos –por la aceleración y deceleración– y mentales –derivados de la ansiedad provocada por el temor a un accidente–, según aseveraba la Academia de Medicina de Lyon en 1835.

Sería interesante conocer la opinión de aquellos Académicos sobre los medios de transporte actuales (automóviles, aviones, submarinos, trenes de alta velocidad, etc.) y sobre los que se avecinan y que ya han dejado de ser ciencia ficción, como los vehículos voladores, entendidos como utilitarios capaces de transportar a personas como lo hacen los coches, y que suponen una auténtica novedad frente a las aeronaves como las venimos conociendo, y cuyo uso se fue generalizando desde que los hermanos Wright hicieran el primer vuelo a motor el 17 de diciembre de 1903.

Pioneros en estas lides son el francés Franky Zapata, llamado el “hombre volador”, que en agosto de 2019 logró cruzar en 22 minutos los 35 kms. del Canal de la Mancha que separa Inglaterra y Francia, alcanzando los 170 kms./hora y una altura de entre 15 y 20 metros sobre el nivel del mar; así como el “hombre pájaro”, Vince Reffet, que sobrevoló Dubai en febrero de 2020, usando un ala delta de carbono y cuatro minimotores de reacción que le propulsaron a 240 kms./hora y a 1800 metros de altitud. Peor suerte corrió el terraplanista Mike Hughes, que falleció en California en esas fechas al estrellarse en un cohete casero con el que pretendía ascender a 1500 metros de altura para demostrar que la Tierra es plana, lo que fue grabado por el programa “Homemade Astronauts”’ de Science Channel.

Respecto a los vehículos voladores, en diciembre de 2017, Samson Motors, una pequeña empresa de Oregon (Estados Unidos), presentó el “Switchblade”, un coche volador que debía ser ensamblado por el propio cliente. Asimismo, en el Salón del Automóvil de Ginebra 2018 se presentó el “PAL-V Liberty”, que ya ha sido legalizado para su uso en Europa, previa adquisición por el módico precio de 340.000 €. Ese mismo año se presentó el modelo “Transition”, de la empresa Terrafugia, con sede en Massachusetts (Estados Unidos). Y en agosto de 2020, la empresa japonesa SkyDrive anunció que tiene previsto iniciar un servicio de transporte con su vehículo volador “SD-03” en 2023.

Desde el punto de vista jurídico, al tratarse de vehículos híbridos, deben cumplir la normativa para la conducción terrestre, en especial la contenida en el Real Decreto Legislativo 6/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial; así como lo dispuesto en la Ley 21/2003, de 7 de julio, de Seguridad Aérea y el resto de legislación relativa a la circulación aérea y las directrices de la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA).

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Javier López