Se incluyeron reglas nuevas para gravar los servicios digitales transfronterizos y ventas por internet. Lo novedoso es que el vendedor de los productos o servicios, está domiciliado en el exterior, pero los productos o servicios son disfrutados por los consumidores ubicados en el país.
La expansión de Internet y el mejoramiento de las telecomunicaciones en el mundo, han hecho posible que surjan nuevas formas en que las personas realizan sus compras de bienes y servicios. Con una conexión a Internet y un medio electrónico de pago (usualmente tarjeta de crédito o de débito) es posible adquirir desde casa, prácticamente cualquier cosa, desde el desayuno preparado y llevado a la puerta, hasta abarrotes, ropa, juguetes, equipos electrónicos, vehículos, hasta unas vacaciones en un lugar remoto o disfrutar de una serie de televisión exclusiva de una plataforma o música o un “podcast” de un “playlist” por “streaming”. El comercio electrónico ha creado disrupción en la forma tradicional del consumo de las personas.
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