Sala de Prensa

30 mayo, 2017

«La industria pierde 800 millones por el uso de software ilegal en las empresas», noticia publicada en Cinco Días con la opinión de Carlos Pérez, socio de ECIJA.

El uso de software sin licencia, extendido de forma masiva entre los consumidores, lo está también en el mundo empresarial. Tanto es así que casi la mitad (el 44%) de los paquetes informáticos que utilizan las empresas en España en sus PC es ilegal o se utiliza sin los permisos correspondientes. Supone más de 10 puntos por encima de la media de la UE. Así lo indica el análisis de la consultora especializada IDC para BSA The Software Alliance, asociación que aglutina las principales empresas de tecnologías de la información a nivel mundial.

El concepto de ilegal es importante definirlo. Engloba, tanto a los equipos corporativos que han sido instalados o utilizados sin autorización del propietario de los derechos de autor del software (piratería) como también a los que se usan contraviniendo los términos del contrato de licencia establecido por el autor (por ejemplo, el uso de mayores licencias de lo permitido en terminales PC). BSA estima que el coste comercial de esta práctica en las empresas (valor económico que hubiera tenido si se hubiera vendido de forma legal en el mercado) equivale a más de 800 millones de euros, que impacta directamente en las cuentas de los fabricantes y desarrolladores de software. De media el valor del software sin licencia instalado en las empresas investigadas por peritos judiciales asciende a casi 300.000 euros, según las mismas fuentes.

Pero el impacto global es mucho mayor, ya que tiene una incidencia negativa también en las empresas que lo utilizan. “Se trata de un problema de concienciación; la mayor parte de las empresas no son conscientes de lo arraigado que está el uso ilegal de software en ellas y del peligro que entraña el mismo para el futuro de las mismas”, indica a CincoDías Carlos Pérez, socio responsable del área de IT, Risk & Compliance de Ecija Abogados.

Entre las primeras consecuencias se encuentran las legales (indemnizaciones a los perjudicados y multas por el mal uso informático), agravadas tras la reforma del Código Penal en 2015. Y es que, además de los riesgos penales para sus responsables (puede llegar a penas de prisión), las propias empresas pueden enfrentarse a la sus pensión de su actividad, la inhabilitación para obtener subvenciones o ayudas públicas e incentivos fiscales.
“A ello se le debe sumar el impacto negativo sobre su imagen pública y reputación, efecto muchas veces fundamental para la empresa”, añade Pérez.

Y por último, algo nada desdeñable: el software ilegal favorece los ciberataques. Cuanto mayor es el índice de software sin licencia instalado en los equipos mayor es la probabilidad de que exista malware en dichos equipos, con los graves riesgos que conlleva, recalcan desde BSA. La consultora indica que solo en 2015 (último año con datos comparables), los ciberataques a empresas a representaron un coste de 400.000 millones de dólares. Según KPMG y Harvey Nash, un tercio de las empresas ha sufrido un ciberataque en los dos últimos años.

El último, y a escala planetaria, se produjo el 14 de mayo y días siguientes cuando el virus WannaCry (un malware) puso en jaque a todo el planeta. El virus y sus variantes llegó a infectar a 230.000 equipos de empresas y Administraciones repartidos en 179 países, según el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe). En España, Telefónica, resultó la gran afectada. Las empresas pueden mitigar los riesgos de ciberseguridad de sus sistemas asegurándose de que el software instalado procede de programas internos de gestión de activos de software (conocidos como SAM).

El 45% de los casos investigados por la Justicia procede de denuncias de ex trabajadores

Denuncias de ex trabajadores

La mayor parte de las investigaciones a empresas por uso de software ilegal se inician por denuncias realizadas por los ex trabajadores (hasta en un 45% de los casos), seguidas por la realizadas por otras empresas competidoras y por anónimos. El primer caso es el de Alberto Rojo, de la empresa de ingeniería leridana Satel, que denunció a la firma en la que trabajaba tras ser despedido. “Nos dedicábamos a realizar estudios para planes de electrificación. Advertí, previamente a la gerencia del uso de aplicaciones informáticas sin licencia”, indica Rojo. El caso acabó en los tribunales con una condena de 300.000 euros a la empresa. Estos casos se repiten mes a mes y de forma creciente.

Solo en el primer trimestre de 2017, BSA ha recibido 200 denuncias en su portal habilitado para ello. En 2016 recibió en todo el ejercicio 490, lo que da prueba de la progresión. El uso ilegal abarca no solo a empresas sino también a Administraciones. Un ejemplo: el Ayuntamiento de Barcelona deberá pagar 900.000 euros a la empresa Novell i Netiqpara que retire la demanda por haber utilizado indebidamente su software. La industria confía en que estas denuncias sirvan para arraigar del sector una práctica perjudicial para ellas y la economía en general.

El caso del fraude masivo sufrido por Soft SA 

Los efectos perversos del software sin licencia sobre una empresa los conoce muy bien Fernando Valderrama, director general de Rib Spain. Valderrama fue fundador de la empresa Soft y desarrollador del programa Presto, muy utilizado entre los profesionales de la construcción. Soft fue adquirida en 2015 por el grupo alemán Rib. El programa consiste en la gestión del coste de la construcción que permite poder calcular, por ejemplo, cuanto vale un edificio.

“Tras mucho tiempo de desarrollo para poner en marcha Presto, tuvimos en el año 2000 una oleada tremenda de copias ilegales, unas 30.000 o 40.000. Solo desprotegió el programa una persona pero fue suficiente: a partir de ello se fue difundiendo masivamente de forma ilegal y llegó un momento en el que lo tenía todo el sector. En esa situación es muy difícil vender”, indica Valderrama, en una entrevista a CincoDías.

“Logramos sobrevivir a esa fase muy dura, económica y moralmente, en la que ves que todo el mundo utiliza tu trabajo sin pagarlo. Hemos trabajado mucho para hacer desarrollos más potentes que hicieran que el mercado fuera abandonando la versión antigua del programa. Al final, la innovación introducida provocó que la versión más copiada quedara obsoleta”, añade.

Con todo, el coste fue muy elevado. “No voy a decir que estuviéramos a punto de desaparecer pero la piratería sí impidió el crecimiento normal de la empresa y favoreció nuestra compra. Otras empresas con programas parecidos crecieron mucho mientras que a nosotros nos limitó durante años. Así, nuestra empresa fue adquirida finalmente por la alemana Rib, que hacía un programa similar al nuestro”, señala.

“El software ilegal acaba limitando el crecimiento y favorece la competencia desleal”, añade. “Hay una correlación entre el grado de desarrollo de un país y la piratería. Los países con pocas copias ilegales tienen sectores informáticos muy potentes”, comenta.

Radiografía del sector

PIB y Empleo. El software en España aporta 35.800 millones de euros al PIB. Aglutina 219.234 empleos directos, y 624.000 si se suman los indirectos. El sector es pequeño comparado con otros grandes países de la UE como Francia, Alemania o Reino Unido.

Sueldo de 35.000 euros. El sueldo medio de la industria del software en España alcanza los 35.709 euros. Es más alto que el sueldo en el sector servicios o que la media nacional. No obstante, está un 21% por debajo del sueldo del sector.

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