Los escaneos oculares propuestos por WorldCoin abren el debate sobre los riesgos de la cesión de datos biométricos
Opinión de Daniel López, socio del Área de tecnología, medios y telecomunicaciones y protección de datos y privacidad de ECIJA para Economist & Jurist.
WorldCoin, liderado por Sam Altman, ha desatado un gran revuelo en Europa con su ambicioso proyecto de criptomonedas que ofrece tokens criptográficos a cambio de escaneos oculares para autenticar la identidad humana en el mundo digital. ¿Es realmente un sistema seguro?
Desde su punto de vista, “es inevitable que acabe la AEPD de pronunciarse sobre esta cuestión de la cesión de datos biométricos. Mientras tanto a aquellas personas que se les ofrezcan esos 50 dólares tienen que conocer realmente qué se va a hacer con sus datos, como si habrá decisiones automatizadas, qué usos posteriores tendrán esos datos que se recogen. Y si tengo un problema a quien me someto, cuestión clave”.
A su juicio “es muy importante cómo el ciudadano puede implementar sus derechos en relación con sus datos personales. Hay que darse cuenta que el consentimiento se puede dar y también retirar cuando el ciudadano lo estime oportuno. Igual pasa con el derecho de supresión porque en este tipo de cuestiones la base de legitimación está en el consentimiento según el artículo 9 del RGPD europeo”.
Desde su punto de vista, esta tecnología relacionada con la biometría ya ha venido para quedarse. “Las empresas de biometría señalan que no guardan ningún dato personal en su descargo pero al final cuando captan tu cara, se vincula con con dicha base de datos. El problema es que no hay una regulación aún especifica sobre el tema pese al RGPD ya habla de biometría.
“Otro problema que surge es sobre la seguridad de la información. Hay que darse cuenta que esos patrones mal utilizados o con una brecha de seguridad puede lógicamente generar un problema al usuario y una sanción importante a la propia empresa”.
