Sala de Prensa

3 junio, 2020

Este artículo fue publicado por la Revista Byte IT.

La transformación digital es un proceso con impacto directo en el mercado audiovisual, en el que la comercialización de contenidos a través de salas de cine o televisión lineal está cediendo paulatinamente ante el avance imparable de los contenidos en streaming. No es una novedad, sino un cambio que se ha visto acentuado gracias al confinamiento, que ha provocado que se acelere esta tendencia ante la imposibilidad de mantener, por ejemplo, los estrenos en sala. Ante esta circunstancia se ha acentuado el crecimiento del conocido Premium Video-on-Demand (PVoD), que permite el estreno de obras directamente en plataformas y por tanto en los domicilios de los espectadores.

Según datos recientemente publicados por el Observatorio Audiovisual Europeo (OBS), el año 2019 ha consolidado las tendencias ya conocidas de antes de la crisis sanitaria, con una clara consagración del mercado de streaming, que por primera vez ha rebasado la barrera de los 100 millones de usuarios, la mayoría de los cuales además acceden a través de suscripciones con carácter estable, hecho en el que han contribuido singularmente algunos actores como Disney, que han mostrado un comportamiento especialmente notable en términos de crecimiento.

2019 ha sido también, según OBS, el año del despegue de un formato aún con mucho recorrido como es el podcasting, entendido en sentido amplio, gracias a su integración en plataformas tradicionales como Spotify o Apple Music. En estrecha relación con este nuevo formato se encuentra el audiolibro, que ya constaba de cierta implantación en determinados países, pero que está prácticamente por colonizar en algunos países como España, donde hay escasa tradición (y por tanto un mercado potencial grande).

En términos más tradicionales dentro del propio mercado audiovisual, las series han continuado copando la atención de los usuarios, con una producción conjunta entre Estados Unidos y Europa de cerca de 500 títulos, muchas de ellas en sustitución de un formato en franco declive como la película para televisión, instrumento usado por muchas cadenas para justificar su inversión en obra europea. Como estrategias de producción, OBS destaca que se aprecia una tendencia a producir temporadas de menos capítulos con el objetivo de retener a potenciales espectadores.

Sigue leyendo el artículo completo.