Sala de Prensa

8 febrero, 2021

Expansión recoge la opinión de Cristina Villasante, socia de ECIJA y Alejandro Touriño, socio director de ECIJA.

Los inicios de un proyecto son ilusionantes pero, a la vez, inciertos ante el desconocimiento sobre si la idea cuajará o no. A las dificultades propias de los inicios se añaden las cuestiones legales que hay que conocer para dar forma a una start up, fundamentales para que salga adelante y, sobre todo, para no incurrir en infracciones futuras. En este camino, el asesoramiento de un despacho de abogados será determinante para ir abordando los pasos iniciales que, en primer lugar, tendrán que definir qué tipo de sociedad se quiere constituir.  La nueva firma también puede iniciarse como sociedad anónima, civil o cooperativa, entre otros tipos.

La elección de una clase u otra “depende de muchos factores, como la estrategia fiscal, el modo de financiación o los riesgos asumidos en las responsabilidades por la explotación del producto o servicios”, aclaran Alejandro Touriño y Cristina Villasante, socio director y socia del área de TMT (tecnología, medios y y telecomunicaciones) de ECIJA.

Atención a la tecnología

Precisamente el alto componente tecnológico y digital que caracteriza a las start up, ligado al desarrollo de una app, una web o una tecnología disruptiva como la inteligencia artificial o el blockchain, hace que en el plano legal haya que prestar especial atención al correcto cumplimiento de la regulación de los entornos digitales. Los abogados de Ecija resaltan que “será necesario fijarse bien en los documentos que se firman con terceros, bien para adquirir tecnologías ajenas, o bien para licenciar la propia de la start up”.

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