Sala de Prensa

14 septiembre, 2020

Este artículo fue publicado en Economist & Jurist

El pasado 31 de agosto de 2020 el Ministro de Cultura y Deporte, Rodríguez Uribes, concedió la autorización de constitución a la nueva entidad de gestión colectiva SEDA (Sociedad Española de Derechos de Autor), que viene a configurarse como una alternativa a la SGAE (Sociedad General de Autores y Editores). Esta nueva entidad tiene como objetivo la gestión de los derechos de autor relativos a las obras musicales, es decir, la administración de los derechos de editoriales musicales, compositores y sus herederos. De esta forma, se rompe con el actual monopolio que la SGAE ostentaba sobre los derechos musicales desde 1941, año en el que se le reconoció como entidad única y exclusiva de gestión colectiva de derechos de autor.

Aunque SEDA no es la primera en alterar la gestión única de la SGAE, su creación sí ha afectado la esencia de esta entidad, ya que los compositores y las editoriales musicales conforman su núcleo principal. Sin embargo, como decíamos, no es la primera vez que ocurre. En 1999 la constitución de DAMA (Derechos de Autor de Medios Audiovisuales) supuso la división en la administración de los derechos de autores audiovisuales (guionistas y directores) que, a partir de ese momento, pasó a ser compartida por ambas sociedades. Y, en el ámbito territorial, la entidad de gestión EKKI (Euskal Kulturgilen Kidegoa), autorizada por el Departamento de Cultura del Gobierno Vasco, está activa en el territorio del País Vasco, para cualquier categoría de autores, desde el año desde el año 2014, aunque no sin falta de controversia, debido a las diferentes causas judiciales abiertas en relación con su procedimiento de autorización.

Así, desde el día 1 de septiembre, SEDA puede comenzar a operar como una entidad de gestión colectiva de derechos de autor sobre obras musicales en España, tal como reconoce el artículo 147 del Real Decreto Legislativo 1/1996, de 12 de abril, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Propiedad Intelectual. A diferencia de la SGAE, además de la defensa y gestión de los derechos de obras musicales, SEDA se apoyará en el uso de las nuevas tecnologías para optimizar la eficacia en el reparto. También destaca, como su principal compromiso, la transparencia en la gestión, emblema con el que pretenden diferenciarse de los últimos escándalos producidos en el seno de la SGAE, como, por citar alguno de los más recientes, el conflicto suscitado por “La Rueda”. También resaltan su especialización únicamente al ámbito musical como un elemento que les permitirá otorgar una mayor calidad de servicio a los socios, frente a la multidisciplinariedad de otras entidades con la propia SGAE o la mencionada EKKI.

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