Sala de Prensa

3 julio, 2019

Ya conocíamos que se estaba aplicando la inteligencia artificial (IA) en el sector jurídico desde 2016, cuando el despacho de abogados norteamericano especializado en quiebras, Baker & Hostetler, incorporó a “Ross”, un sistema basado en la tecnología “Watson”, creada por IBM para optimizar y acelerar los algoritmos de aprendizaje automático; que es capaz de resolver consultas jurídicas complejas de forma casi instantánea, a partir de su propia experiencia y de la información a la que tiene acceso de leyes, jurisprudencia e internet. Este sistema resulta especialmente útil para los juristas que trabajan con el Derecho anglosajón, en el que el precedente tiene un peso muy importante; en contraposición al sistema continental, basado en la codificación de leyes.

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Javier López