Sin prejuicio de los retos y peligros que pueden surgir del mal uso de la inteligencia artificial (IA), el uso de este tipo de sistemas representan una gran oportunidad para la profesión legal.
Actualmente ya se sabe que una herramienta de IA es capaz de analizar un importante volumen de contratos en un tiempo especialmente corto frente al que emplearía un abogado experimentado y con mayor precisión en cuanto a la detección de errores o inconsistencias en los contratos. Además, se están haciendo pruebas para que sistemas de IA asistan a jueces y abogados en la redacción de argumentos jurídicos o en la predicción de resultados de procedimientos judiciales, con la finalidad, entre otras cosas de determinar un posible fallo o de cambiar la estrategia procesal.
Alejandro Touriño, socio director de Ecija tiene muy claras las ventajas de la inteligencia artificial, aunque no olvida los posibles riesgos, y así lo ha mostrado en su charla inaugural de la presentación del primer Observatorio de Derecho Digital IE-Ecija, centrado en la IA.
El experto arrancó destacando que, aunque todavía no contemos con una normativa específica sobre la materia, esta deficiencia regulatoria puede compensarse con el resto de normas existentes que sí pueden dar respuesta a los problemas actuales generados por la IA. En cuanto al sector legal se refiere, Touriño ha destacado que la parte más interesante de la inteligencia artificial aplicada a los despachos de abogados es que facilitará muchos procesos y eliminará los márgenes de error. «A estas alturas, o nos adaptamos y capacitamos en el conjunto de las nuevas tecnologías o la tecnología se terminará por comer al abogado».
Para Antonio Muñoz, director técnico Oficina del DPD de Telefónica Global, este tipo de tecnología como el Chat GPT tienen «una explotación profesional clara, puesto que facilita la conversación con una máquina confiable. Resulta evidente que puede servir para ayudar y automatizar ciertas tareas pesadas que actualmente tienen que realizar los letrados».
Por su parte, Ana Buitrago, directora legal de Amazon, ha querido poner en valor el trabajo de los abogados y ha afirmado que, ahora mismo y por mucho que pueda generar oportunidades, ninguna IA es capaz de reemplazar a un letrado. «Una herramienta como el Chat GPT todavía no está preparada para pensar, no tiene capacidad de decisión ni de incorporar matices. Una máquina puede proporcionar una decisión, pero no tiene por qué ser la correta y es necesario aplicar un pensamiento crítico frente a este tipo de conclusiones».
Retomando el tema de la necesidad de regulación sobre la inteligencia artificial, Elena Otero, directora de legal, regulación y seguridad corporativa de Vodafone España, ha insistido en que la normativa vigente puede servir para dar respuestas a los problemas que pueda generar la inteligencia artificial hasta que cuente con una norma específica.
Además ha apostado por que la futura legislación no ahogue a la innovación. «Conviene regular, pero es importante hacerlo sobre los sistemas que alberguen los mayores riesgos y no para cualquier sistema que utilice la IA para funcionar».
Desafíos y oportunidades
Entre las diferentes conclusiones alcanzadas por el focus group del Observatorio de Derecho Digital IE-Ecija, hay que destacar que la «profesión legal se verá radicalmente impactada por el desarrollo y uso masivo de la IA, al igual, lógicamente, que la mayoría de los sectores económicos. Mediante el uso de IA, los profesionales del Derecho podrán centrarse en la realización de tareas de mayor valor añadido, más creativas, intelectuales y estratégicas, abandonando las tareas repetitivas, monótonas y de poco valor añadido».
El estudio plantea a continuación los mayores desafíos a los que se pueden enfrentar los bufetes por el uso de la inteligencia artificial:
- La automatización de procesos puede conducir, en primer lugar, a una reducción del trabajo y de profesionales en la prestación de servicios legales.
- Asimismo, el uso de la IA,sin las debidas cautelas, puede conllevar la toma de decisiones equivocadas, basadas en datos incompletos o incorrectos.
- Falta de transparencia: es posible que sea difícil entender cómo la IA toma decisiones, lo que podría dificultar la rendición de cuentas y la responsabilidad.
- Discriminación: la IA puede replicar y reforzar las desigualdades existentes en los datos de entrenamiento, lo que podría crear resultar en supuestos de discriminación en la toma de decisiones legales.
- Ausencia de valores éticos: un sistema de IA con sesgos e información no adecuada puede mostrar resultados o recomendaciones que no se adecuen a los valores éticos deseados por el usuario, sin perjuicio de la legalidad de estos.
En cuanto a las ventajas y las oportunidades, el observatorio señala las siguientes:
- Mejora de la eficiencia: la IA puede automatizar tareas legales repetitivas y analizar grandes cantidades de datos, lo que puede ayudar a los abogados a ser más eficientes y a tomar decisiones más informadas.
- Mejora de la precisión: la IA puede ayudar a los abogados a encontrar información relevante y a identificar patrones que podrían pasar desapercibidos, lo que puede mejorar la precisión en la toma de decisiones.
- Mayor acceso a la Justicia: la IA puede ayudar a reducir los costes y aumentar la accesibilidad de la Justicia, especialmente para aquellos que tengan menos recursos.
- Mejora de la investigación y el análisis: la IA puede ayudar a los abogados a analizar y comprender grandes cantidades de documentos legales, lo que puede mejorar su capacidad para investigar y preparar casos.
- Mejora de la toma de decisiones: la IA puede ayudar a los abogados a analizar datos y tendencias, lo que puede mejorar la toma de decisiones complejas y ayudar a predecir el resultado de un juicio.
