Sala de Prensa

10 noviembre, 2020

Este artículo fue publicado por Revista Byte TI. 

La creciente e imparable digitalización del sector financiero, así como el auge de las relaciones telemáticas con motivo de las necesidades de salud derivadas de la actual pandemia covid-19, ha acelerado e impulsado la relevancia de optimizar la atracción de la inversión, con la consiguiente y previsible demanda de seguridad jurídica, en los nuevos modelos de economía disruptiva en el ámbito financiero y digital.

Como consecuencia de lo anteriormente expuesto, es comprensible la expectación, algo tardía considerando el auge del sector, que ha generado la reciente aprobación unánime del Proyecto de Ley para la transformación digital del sistema financiero que deberá ser, ahora, aprobado por el Senado para su posible implementación en 2021.

Este proyecto prevé la creación de un sandbox regulatorio español o laboratorio bancario de pruebas, bajo la supervisión de los organismos reguladores y supervisores competentes, para el desarrollo e implementación innovadora de proyectos tecnológicos de los conocidos como modelos de negocio “fintech” e “insurtech”.

Este proyecto prevé la creación de un sandbox regulatorio español o laboratorio bancario de pruebas, bajo la supervisión de los organismos reguladores y supervisores competentes

Concretamente, en cuanto a los objetivos de cumplimiento normativo se refiere, cabe destacar que el marco regulatorio que se aplicará a ese laboratorio o “espacio controlado de pruebas” estará apoyado, conformado e integrado por las siguientes premisas normativas:

  • En ningún caso, la participación de entidades autorizadas en el espacio controlado de pruebas supondrá la exención de cumplimiento de obligaciones previstas en la normativa que resulte de aplicación a dicha actividad ordinaria, sin perjuicio de la ponderación del principio de proporcionalidad.
  • Dentro de los requisitos para el acceso al espacio al espacio controlado de pruebas (art. 5 del Proyecto de Ley), resulta relevante mencionar dos que directamente están relacionados con esa apuesta de cumplimiento: de un lado, la aportación, por parte de los proyectos innovadores, de potencial utilidad o valor añadido para la facilitación del cumplimiento normativo mediante la mejora u homogeneización de procesos o instrumentos y, de otro lado, como alternativa equivalente, la incorporación de mecanismos para la mejora de la regulación o el mejor ejercicio de la supervisión financiera.

Sigue leyendo el artículo.