Sala de Prensa

16 mayo, 2014

El despegue de las ‘start up’ lanza nuevas firmas legales, un reportaje con la opinión de Alejandro Touriño, socio de Information Technology de ECIJA.

La tendencia emprendedora en el sector jurídico ha cambiado el panorama de las firmas, en una evolución continua. Los nuevos negocios abarcan ya toda clase de servicios para abogados y clientes.

El sector jurídico está empezando a abrirse camino y emprende nuevos modelos de negocio con los que, a través de la innovación, ofrece servicios que hacen la vida más fácil a abogados y clientes.

Pese a tratarse de un colectivo conservador, las cifras muestran cómo, en los últimos años, se han dado importantes pasos hacia la creación de start up del mundo legal. Este cambio de tendencia coincide, precisamente, con unos años que no han sido los mejores para el mundo de la abogacía fuera y dentro de nuestras fronteras. La crisis económica ha hecho mella en un sector en el que uno de cada tres abogados reconoce que le cuesta vivir de su trabajo en España y, en otros países, como Estados Unidos, se ha visto cómo los recién licenciados cada vez lo tienen más difícil para encontrar trabajo como abogados, teniendo en cuenta el adelgazamiento de las grandes firmas, las fusiones de despachos e incluso la bancarrota de alguno de ellos.

En el mercado estadounidense la tendencia es clarísima y los datos hablan por sí solos: mientras que en el año 2009 apenas figuraban 15 nuevos negocios de este ámbito en la lista de los business angels más importantes, ahora ya hay más de 400 y casi 1.000 inversores interesados en estos emprendedores. Además, en los tres primeros meses del año se ha notado una tendencia al alza, habiendo logrado las start up tecnológicas legales reunir hasta 50 millones de financiación.

La tecnología está siendo la aliada perfecta para lanzar estos nuevos modelos de negocio que en el país norteamericano están abarcando cada segmento del mercado legal, incluyendo cuestiones como motores de búsquedas (Judicata); modelos de autoayuda legal (Shaker Law); la resolución de disputas online (Modria); la automatización de contratos (Diligence Engine); las técnicas de investigación electrónica, conocidas como electronic discovery (Logikcull); herramientas de gestión de la práctica (Clio); plataformas en las que los abogados ofrecen sus servicios (UpCounsel); educación en el ámbito legal (Mootus) o analíticas (Lex Machina), entre otras muchas. En la mayoría de los casos, el objetivo con el que nacen estas empresas es el de facilitar el trabajo a abogados y clientes, logrando reducir costes y mejorar sus resultados.

Pasos tímidos 

Aunque en España también se están percibiendo algunos avances en este sentido, los pasos que se han dado en nuestro país son más tímidos. Se han creado algunas start up vinculadas al mundo legal como plataformas que ponen en contacto a despachos y clientes o que actúan como comparadores de abogado. Es el caso de LawYeah, Promolex, Unabogado o ContratarAbogados, por ejemplo. También están surgiendo herramientas que facilitan el día a día de los letrados. Por ejemplo, está Terminis, un servicio online cuya función es certificar textos legales y contenidos publicados en páginas web o aplicaciones móviles. Además, tanto colegios de abogados como los propios despachos están dando pasos para aumentar su presencia en las aplicaciones móviles con una serie de aplicaciones que incluyen, por ejemplo, calculadoras de tasas o de interés legal, etc.

En Estados Unidos algunos expertos consideran que la innovación, tanto en las firmas de abogados como en nuevos proyectos vinculados al sector, crecerá más cuando se suavice la normativa y se permita, por ejemplo, que los dueños de despachos no sean necesariamente abogados.

Los despachos se adaptan a un nuevo mercado

Si bien en España hay todavía mucho camino por recorrer en cuanto a la creación de ‘start up’ ligadas al mundo de la abogacía,  es cierto que los despachos son conscientes de la creciente tendencia emprendedora y están buscando el modo de aprovechar las oportunidades que se presentan en el asesoramiento a negocios incipientes. Así lo muestra, por ejemplo, el hecho de que actualmente estén diseñando nuevas vías de cobro de honorarios cuando su cliente es una ‘start up’. Según explica el abogado Alejandro Touriño, socio del despacho Ecija, el mercado legal está cambiando mucho en el modo de facturar, alejándose de los honorarios por horas y buscando alternativas. Por ejemplo, existe una tendencia a jugar con los volúmenes, es decir, intentar llegar a acuerdos con incubadoras de ‘start up’ que permitan al despacho acceder a un número alto de clientes de este tipo y trabajar con ellos de forma automatizada. Aunque la rentabilidad sea baja, puede resultar interesante para  el bufete si de esos nuevos negocios alguno triunfa.  Por otro lado, otros despachos están apostando por entrar como socios en el capital social de la ‘start up’, lo que implica una apuesta más arriesgada si el proyecto no funciona.

Enlace al reportaje: El despegue de las ‘start up’ lanza nuevas firmas legales