Trabas en el uso internacional de tarjetas de crédito
Carta al director de NexNews de Alfredo Moreno, socio de ECIJA Chile.
Dentro de las medidas antifraude que se le han impuesto a los bancos y entidades financieras en Chile para proteger a los consumidores, resulta chocante evidenciar que, más que avanzar, el consumidor se ve nuevamente perjudicado. Al obligar a los bancos a cubrir los posibles usos fraudulentos de las tarjetas de crédito, algunos bancos han instaurando un sistema diabólico de uso de las mismas en compras internacionales. Hasta la fecha de promulgación de la Ley 21.234 en 2020, cuando un consumidor usaba su tarjeta de crédito en una compra internacional el sistema era simple y sin complicaciones. Ahora todo lo contrario.
En varias experiencias de compra, muchas de ellas en compra de tickets aéreos, mi banco ha decidido que yo no puedo viajar. Debo pedirles permiso. Activan una serie de controles que impiden que las compras se realicen y bloquean los pagos como si fuera un fraude.
Eso solo redunda en su beneficio, ya que, en mi caso, he perdido tres veces tarifas convenientes porque el pago es rechazado por el banco. Tras contactar con ellos, me indican que es para protegerme. Nada más lejos de la realidad, los únicos protegidos son ellos, quienes trasladan a los usuarios una suerte de permiso o pre autorización. Esta reautorización de compra internacional requiere de entre tres y cuatro horas de antelación. Es decir, entregan un peor servicio a sus clientes. Gracias, pero no me protejan tanto. Es lamentable que leyes con un buen sentido inicial terminen perjudicando a los consumidores por su mala aplicación.