Sala de Prensa

17 diciembre, 2024
España

Cómo proteger a los creadores frente al entrenamiento de la IA

Participación de Juan Carlos Guerrero, mánager de ECIJA Madrid, en el artículo publicado en Expansión.

El real decreto presentado por el Gobierno quiere implantar en España las licencias colectivas ampliadas, un mecanismo para gestionar la explotación por parte de modelos de inteligencia artificial de obras protegidas.

El entrenamiento de modelos de inteligencia artificial (IA) ha generado controversia debido al uso no autorizado de obras protegidas por derechos de autor. En respuesta, el Ministerio de Cultura ha presentado un proyecto de real decreto para regular las licencias colectivas ampliadas, permitiendo el uso masivo de obras protegidas en el desarrollo de modelos de IA. Aunque el borrador del proyecto podría cambiar tras el periodo de aportaciones, establece una base para conocer las intenciones del gobierno. Cristina Perpiñá-Robert, directora de la SGAE, apoya el proyecto, destacando la importancia de crear un mercado de licencias para asegurar la remuneración de los creadores y fomentar la innovación en IA.

Ventajas

Por su parte, Juan Carlos Guerrero, manager del área de propiedad intelectual y tecnología de ECIJA, apunta que el real decreto permite la aplicación de licencias colectivas ampliadas al ámbito de la IA posibilitando en determinados supuestos el uso no exclusivo de obras protegidas, sin necesidad de obtener el consentimiento individual de sus titulares para entrenar modelos de IA. También subraya que este texto concederá «la garantía de remuneración equitativa para todos los titulares, incluso aquellos que no sean miembros de las entidades de gestión colectiva, que podrán beneficiarse de los ingresos generados, salvo que ejerzan su derecho de oposición (opt-out)», y que genera una «limitación exclusiva al ámbito de la IA, al restringirse al entrenamiento y desarrollo de estos modelos, cubriendo únicamente derechos de reproducción y extracción, sin extenderse a otros usos comerciales de las obras».

El proyecto del Ministerio de Cultura sobre la regulación de los derechos de autor en el ámbito de la inteligencia artificial ha generado opiniones diversas.

Alba María López, de Elzaburu, destaca que la propuesta establece un sistema pionero de licencias colectivas para autorizar el uso de creaciones de terceros, lo que asegura la remuneración de los creadores y la protección de sus derechos.

Antonio Muñoz, de Garrigues, señala la introducción del mecanismo de «doble opt-out», que permite a los autores excluirse del uso de sus obras en IA y negociar individualmente. Aunque el uso de licencias colectivas para IA es innovador, advierte que el borrador podría modificarse tras las aportaciones públicas.

Para Perpiñá-Robert, el proyecto ofrece un equilibrio entre propiedad intelectual e innovación, beneficiando tanto a creadores como a proveedores de IA. Sin embargo, no todos los creadores están de acuerdo, especialmente asociaciones de autores de cómic que consideran que el decreto podría perjudicar sus derechos. Exigen un modelo «opt-in», donde se obtenga el consentimiento previo de los autores para usar sus obras en el entrenamiento de IA. Los expertos coinciden en que se deben establecer mecanismos de control más detallados para proteger los derechos de los creadores.

Dudas e inconvenientes
No todo son bondades en este proyecto. De hecho, la letrada de Elzaburu identifica que el proyecto es especialmente escueto y su contenido podría cambiar hasta que alcance su versión final como real decreto. «En todo caso, entiendo que un sistema de dica López. -o de consentimiento expreso para incorporar la obra dentro del sistema de licencias ampliadas- sería más garantista con los titulares de los derechos de propiedad intelectual», indica López.
Para Guerrero, el borrador legislativo tiene elementos prometedores como el derecho de exclusión y un sistema que reduce riesgos legales, garantiza ingresos a los autores y simplifica la gestión de derechos en un entorno digital complejo. «Sin embargo», especifica el especialista de ECIJA, «la falta de claridad en su aplicación, el riesgo de desprotección de autores menos informados y la complejidad administrativa podrían dificultar un equilibrio real entre el entrenamiento y desarrollo de la inteligencia artificial y la protección de los derechos de los creadores».
Agustín Alguacil, de Elzaburu, señala que el proyecto de real decreto no limita el alcance de las licencias colectivas a las obras excluidas de la excepción de minería de textos, lo que genera dudas.
Cristina Perpiñá-Robert, de SGAE, considera que el sistema de licenciamiento colectivo es un paso importante, pero insuficiente, y aboga por medidas adicionales para garantizar la transparencia y la participación equitativa de los creadores en los beneficios de la IA. También existen críticas sobre la gestión de derechos por parte de las entidades, con dudas sobre su eficiencia y la posible negativa de algunos autores a autorizar el uso de sus obras para IA.
Sin embargo, Cristina Espín cree que las entidades ya tienen soluciones tecnológicas para adaptar el sistema y facilitar la exclusión de obras de las licencias colectivas. En resumen, el éxito del real decreto dependerá de la capacidad de las entidades de gestión para modernizar sus infraestructuras y de encontrar un equilibrio entre los intereses de los creadores y la IA.
El proyecto de real decreto del Gobierno busca regular el uso de obras protegidas por derechos de autor en el entrenamiento de modelos de inteligencia artificial (IA) mediante licencias colectivas ampliadas. Este sistema permitiría el uso masivo de obras sin necesidad de obtener el consentimiento individual de cada titular, garantizando una remuneración equitativa a los creadores. Sin embargo, existen dudas sobre su efectividad, ya que algunos expertos critican la falta de claridad en la aplicación del texto y su posible impacto en autores menos informados. Además, se subraya la necesidad de medidas adicionales para asegurar la transparencia y el comportamiento ético de los proveedores de IA, así como la importancia de que las entidades de gestión inviertan en tecnología para facilitar el control y la trazabilidad. Aunque la SGAE valora positivamente el proyecto, algunos colectivos de creadores consideran que podría amenazar sus derechos, pidiendo un sistema de consentimiento expreso antes de usar sus obras para entrenar IA.
Por último, Juan Carlos Guerrero, ‘manager’ de área IP y IT de ECIJA, concluye indicando algo que hay que tener en cuenta y es que «este modelo responde a la necesidad de simplificar la gestión de derechos en usos masivos y globalizados, pero introduce retos importantes en términos de transparencia, supervisión y protección de los intereses de los autores, quienes deben contar con garantías claras para ejercer sus derechos y recibir una remuneración justa».