¿Qué es la Taxonomía Sostenible en México y a qué entidades afectará?
En el marco de la edición 86 de la Convención Bancaria, que tuvo lugar el pasado 16 y 17 de marzo de 2023, en la ciudad de Mérida, Yucatán, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (“SHCP”) presentó el proyecto de Taxonomía Sostenible, alineado con los objetivos de la Agenda 2030. Con su publicación, las inversiones o activos que pretendan categorizarse en México como verdes o sostenibles, quedarán sujetas a un marco de referencia para validar su solidez.
¿Qué es la taxonomía sostenible?
En palabras de la propia SHCP, la taxonomía sostenible es “un sistema de clasificación que permite identificar y definir actividades, activos o proyectos de inversión con impactos medioambientales y sociales positivos, con base en metas y criterios establecidos”.
La primera edición de la Taxonomía Sostenible de México[1] aborda tres capítulos, (i) el primero, sobre “Marco de la Taxonomía Sostenible en México”, que incluye la metodología para la determinación de los proyectos que pueden ser considerados como sostenibles, así como su vinculación a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, (ii) el segundo, referente a “Mitigación y adaptación al cambio climático”, que involucra la reducción de riesgos climáticos por actividad económica, y (iii) el tercero, relativo a la igualdad de género, como objetivo prioritario de cara a cerrar brechas de género.
Con la taxonomía sostenible se pretende evitar el fenómeno denominado como greenwashing, con el cual hacemos referencia a aquellas empresas que pretenden adjudicarse la provisión de beneficios ambientales sin llevar a cabo acciones reales para la protección del medio ambiente.
¿A qué responde el lanzamiento de la Taxonomía Sostenible?
Dentro de una multiplicidad de razones, podemos atribuir la consolidación de la Taxonomía Sostenible en México al impulso de los criterios ‘ESG’, asociados a los criterios sociales, ambientales y de gobierno corporativo en las empresas. Las clasificaciones de la Taxonomía Sostenible permiten analizar objetivamente, dentro de un marco de referencia, el cumplimiento de estos criterios en el seno de las organizaciones.
Si bien la Taxonomía Sostenible de México no es la primera en el mundo, sí es un programa pionero en la integración de objetivos tanto ambientales, como sociales y de sostenibilidad, incluyendo dimensiones como la perspectiva de género en una dimensión transversal. A grandes rasgos, se trata de un esquema de inversión que contribuye a cerrar brechas socioeconómicas y a proteger el medioambiente, tomando como punto de partida los objetivos climáticos y sostenibles del Acuerdo de París y de la Agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas.
La Taxonomía funcionará a la manera de un catálogo, respecto a los requisitos para que un activo sea clasificado como verde. En ese sentido, cabe destacar que, para la identificación de las actividades económicas referidas en el sistema de clasificación, se efectúa un análisis sectorial bajo el Sistema de Clasificación Industrial de América del Norte (SCIAN). Ello permite la evaluación de dichas actividades bajo los Criterios de Evaluación Técnica (CET), que sirven como metodología para determinar si son sostenibles o no, a partir de la valoración de la contribución sustancial a la sostenibilidad, criterios de no daño significativo ambientales y salvaguardas mínimas.[2]
Área de Medioambiente y Sostenibilidad de ECIJA México
[1] Disponible en: Taxonomía_Sostenible de_México (www.gob.mx).
[2] La metodología para la creación de los CET reconoce ejercicios de clasificación previos como la taxonomía de la Asociación de Bancos de México (2019-2020), así como la Taxonomía de la Unión Europea y la Taxonomía de Colombia.