Sala de Prensa

3 enero, 2025
España

Más orientación en un mar de dudas

Artículo escrito por El País con la participación de Marina Torres, mánager de ECIJA Madrid.

Los nuevos tiempos auguran un aprendizaje mestizo, en el que perfiles muy diferentes acaban convergiendo en carreras que antes eran más lineales

La mañana en Kinépolis se llena de estudiantes que se desplazan entre las tres salas de cine, aunque hoy no se proyectan películas, sino muchas ideas. En el décimo aniversario de EL PAÍS con tu futuro, se destaca que en el mundo laboral han desaparecido los compartimentos estancos. La formación debe cubrir y compartir los espacios intermedios, ya que todo cambia rápidamente. Las disciplinas, incluso las tradicionales, se abren a otras para construir un futuro común que ya es una realidad. El momento es de mestizaje, hibridación y colaboración entre perfiles que antes parecían divergentes. Los estudiantes del Colegio Cardenal Spínola de Madrid, como Víctor, Marta y Paula, valoran el evento porque les proporciona una visión global y les permite aprender más allá del ámbito escolar.

Víctor quiere ser médico, Marta duda entre enfermería, fisiología o psicología, y Paula considera estudiar un doble grado en Relaciones Internacionales y ADE, o periodismo. Según José Luis, orientador del colegio Liceo Cónsul de Vallecas, la amplia oferta educativa ha causado confusión entre los estudiantes. La orientación ahora comienza más temprano, pero aún hay incertidumbre. Daniela y María, alumnas de 4º de ESO, no tienen claro qué carrera elegir, aunque Daniela se inclina por las letras y María por las ciencias, con Derecho y Veterinaria como opciones más probables. Un grupo de estudiantes del colegio Montpellier señala que la jornada les ha ayudado al presentarles nuevas ideas e innovaciones tecnológicas.

Trasiego de ponencias

Chanik, Theo y Javi, del colegio Ábaco en Carabanchel, han instalado su campamento en la sala de ciencia y tecnología, aunque también visitan otras áreas. Están contentos con las ponencias, aunque desearían que fueran más largas. El evento genera un constante movimiento entre los distintos espacios. Valeria y Evelyn suelen asistir a las charlas sobre educación y empresa, pero planean cambiarse a creatividad para escuchar a la escritora Inma Rubiales, de la que son seguidoras. Jaime, de 2º de Bachillerato, está interesado en las humanidades y el mundo empresarial, y busca orientación sobre cómo encajar filosofía y lingüística en un mundo tecnológico. Victoria Troyano, intérprete y profesora, le explica que la inteligencia artificial no eliminará estos campos, ya que empresas como Meta emplean filósofos para el diseño de productos. Carlota Corzo también resalta la creciente mezcla entre humanidades y ciencias en el sector tecnológico. En cuanto a la aplicabilidad de cualquier carrera, Troyano aconseja buscar qué se puede aportar al mercado. Finalmente, una chica interesada en investigación médica y tecnológica está indecisa sobre qué formación seguir, entre medicina, biotecnología, biomedicina o bioingeniería.

La ponente cuenta qué hizo ella cuando estuvo en su lugar —“Yo siempre quise estudiar Medicina”—, y va poniendo sobre la mesa las características de cada
uno de los grados de esa baraja. Uno es más generalista, otro no deja de ser una ingeniería… En el actual bosque formativo, frondoso y salvaje como nunca, los
distintos árboles mezclan cada vez más sus ramas. “En los últimos tiempos estamos viendo que todo está relacionado con todo”, resume Marina Torres, mánager del área de Societario y Gobernanza en ECIJA Abogados.

“Quiero hacer Filosofía pero estoy estudiando Bachillerato de ciencias. Puedo cambiar pero ya llevo una trayectoria larga; ahora voy a dar un volantazo y me voy a tirar al arcén de las humanidades”, muestra preocupado Adrián, alumno de 17 años del IES Margarita Salas de Majadahonda, durante el one to one con la filósofa Lucía Ortiz de Zárate.

“Tú sabes que la vida es dar volantazos, ¿verdad? Si lo eliges, va a estar bien”, lo anima Ortiz de Zárate. “Creo que sí, que lo voy a hacer. Es difícil cuando te gusta tanto algo pero no tienes salidas tan claras… Sé que el papel de la filosofía es más necesario que nunca. Me gustaría trabajar de ello pero, si no hay más remedio,
siempre puedo acabar siendo profesor”, reflexiona Adrián.