Sala de Prensa

22 marzo, 2024
México

Día Mundial del Agua

por Carlos del Razo y Nicole Villaseñor

El agua además de ser un recurso que se constituye como fuente de vida, también es catalogado como un derecho humano inherente a todas las personas y a través del cual se satisface una necesidad básica para la existencia de nuestra especie y de la biodiversidad en general.

Desde el año de 1992, la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante resolución A/RES/47/193  declaró el 22 de marzo de cada año como el Día Mundial del Agua.

A pesar de que nuestro planeta está compuesto en su mayoría por agua, de acuerdo con el Sistema Nacional de Información del Agua perteneciente a la Comisión Nacional del Agua (“CONAGUA”) a nivel mundial se estima la disponibilidad de agua tiene un promedio anual de 1 386 billones de hectómetros cúbicos (hm3) y de la misma, 35 billones de hm3 son agua dulce (2.5%). Del agua dulce, el 70% no están disponibles por encontrarse en glaciares, nieve, hielo; 10.5 millones de hm3 se encuentran como agua subterránea, solamente 0.14 billones de hm3 se encuentran en lagos, ríos, humedad en suelo y aire, humedales y plantas.

El Objetivo de Desarrollo Sostenible (“ODS”) número 6 está enfocado en lograr el saneamiento y acceso al agua limpia para todas las personas, sin embargo y pese a la importancia de dicho recurso, según un estudio realizado por la OMS en conjunto con la UNICEF, se determinó que aún existen 2.200 millones de personas que carecen de agua potable gestionada de forma segura, incluyendo 115 millones de personas que beben agua superficial.[1]

De las estadísticas realizadas por la Organización Mundial de la Salud, se desprende que la falta de cuidado de este recurso básico generará que, al menos de que se cuadripliquen los esfuerzos y avances para con dicho recuso, para el año 2030, miles y millones de personas no podrán tener siquiera acceso al mismo.

¿Cuáles son los principales problemas que originan la escasez de agua?

  • La inadecuada gestión en su aprovechamiento y descarga, así como su pobre reutilización;
  • El crecimiento de la población.
  • El incremento de la urbanización y el desmonte de la vegetación.
  • La alta demanda de agua en ciertos sectores, principalmente agrícola, y en segundo término industrial y energético.

Actualmente, nuestro país enfrenta una crisis hídrica, pues los bajos niveles de almacenamiento de las presas y el mal estado de las tuberías que los mismos utilizan está generando una ausencia de suministro de agua para millones de habitantes.

Hoy en día, se estima que el Sistema Cutzamala se encuentra en un 38.7% de almacenamiento total de agua útil.

Según el reporte emitido por CONAGUA en febrero del 2024, se informa que de las presas que se encuentran en nuestro país sólo 6 de las 210 están al 100 % de su capacidad, mientras que 116 están por debajo del 50 % de su nivel.

¿Qué acciones se pueden llevar a cabo para impulsar a la mejora de los recursos hídricos?

Sin duda resulta indispensable que el sector público genere un mayor número de inversiones en infraestructuras e instalaciones de saneamiento, así como impulsar a la protección y restablecimiento de los ecosistemas que se encuentren relacionados con el agua. También es indispensable que se creen campañas de concientización y educación en materia de higiene y uso responsable de la misma.

Por otro lado, es necesario que se mejore la calidad de las descargas de aguas residuales, generando una sustitución en el uso de materiales y productos químicos utilizados en el proceso, al tiempo de que se mejora la calidad del tratamiento de las diferentes corrientes de descargas.

La cosecha de agua de lluvia, un incremento en la infraestructura para desalinización, la instalación de dispositivos ahorradores, el mejor aprovechamiento del agua residual y circularidad del agua en el mismo proceso y/o en otros procesos, la protección de los bosques, la prevención de la contaminación en fuentes de aprovechamiento (superficiales y subterráneas), entre muchas otras acciones, son fundamentales para atender la crisis hídrica.

Asimismo, hay diversas acciones que las personas podemos comenzar a implementar, empezando por conocer nuestra huella hídrica y, a partir de ella, ajustar el consumo personal de agua para saber realmente cuánta es necesaria utilizar.

El acceso al agua con condiciones de saneamiento es fundamental no solo para que las personas puedan contar con un nivel de salud óptima, sino también para fomentar al cuidado de los ecosistemas y seres vivos que habitan en el planeta.

Al manejar de forma sostenible los recursos hídricos, se contribuye a generar múltiples beneficios, mejorando la producción de energía y alimentos fomentando con esto al cuidado de la salud y biodiversidades acuáticas.

El cuidado del agua es fundamental para que exista vida en nuestro planeta, pues sin un acceso óptimo, miles de personas seguirán padeciendo enfermedades relacionadas con la misma tales como la diarrea y la malaria.

Por lo tanto, resulta imprescindible que el cambio se comience a realizar a partir de hoy, pues tanto el planeta como sus habitantes lo requerimos de manera urgente para una coexistencia armoniosa.

[1] Informe de actualización de 2023 del Programa Conjunto de Seguimiento (JMP) de la OMS y el UNICEF, Progresos en materia de agua potable, saneamiento e higiene en los hogares 2000-2022: especial atención al género.

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Carlos del Razo