Sala de Prensa

9 septiembre, 2019

Son muchas las ocasiones en las que se inicia una investigación penal contra una persona como posible autora de un delito cometido a través de internet por el hecho de haber sido identificado como el usuario al que se encontraba asociada una IP desde la que se realizó una comunicación/conexión determinada.

Es habitual que en las investigaciones de los delitos cometidos a través de internet sea éste el primero de los indicios que se sigue por parte de la policía con la finalidad de identificar al autor del delito. Así las cosas, una vez la Policía cuenta con la IP asociado al hecho delictivo, solicita autorización judicial a fin de obtener del proveedor de acceso a Internet correspondiente la identidad del usuario al que se asoció una IP en una conexión determinada (con fecha y hora). Posteriormente, una vez obtenidos los datos de identidad asociados a dicho usuario y dependiendo de la gravedad del delito se autoriza la entrada y registro en el domicilio de quien ha sido identificado o se le cita ante el Juzgado a declarar en calidad de investigado.

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