Sala de Prensa

5 enero, 2021

Expansión recoge la opinión de Jesús Yáñez, socio de ECIJA. 

Los grandes despachos de abogados que operan en España llevan tiempo inmersos en ambiciosos planes de transformación digital que han recibido el impulso definitivo con la pandemia. El teletrabajo, que en muchos casos ya se practicaba de manera habitual en algunas posiciones cuando los socios se encontraban en viaje de negocios, ha obligado al sector en su conjunto a apostar por herramientas de todo tipo que les permita desarrollar los encargos de los clientes con el mismo nivel que lo hacía antes de la primera declaración del estado de alarma. Sin embargo, el trabajo en remoto es sólo un pequeño paso en el programa de los grandes despachos, cuyos principales objetivos son ganar en eficiencia y ofrecer un servicio diferenciador con respecto a la cada vez más grande y madura competencia. No en vano, tanto el aterrizaje de firmas legales alternativas (ALSP, por sus siglas en inglés) como de start up innovadoras con novedosas herramientas digitales están poniendo las cosas difíciles a los bufetes más tradicionales. Por este motivo, la gran apuesta para 2021 del sector legal de nuestro país seguirá siendo el big data, una tecnología que es vista como la más disruptiva por más de un centenar de despachos consultados por el diario EXPANSIÓN en su II Informe Expansión Jurídico sobre el sector legal en España.

Jesús Yáñez, socio de ciberseguridad de ECIJA: «El ‘e-discovery’, la gran apuesta de futuro»

“Los entornos ‘cloud’ (incluida la orquestación de contenedores) y colaborativos, no solo a nivel ofimático, sino a nivel de aplicaciones productivas y ‘legaltech’, siguen siendo una asignatura pendiente en despachos tradicionales. No se trata de un ‘migro y me olvido’, sino que existen riesgos que deben ser atendidos. Tecnologías como ‘big data’ y ‘machine learning’ pueden ayudar a los despachos a crear modelos de predicciones que les permitan tomar decisiones, pero requiere tiempo y esfuerzo, ya que a la inteligencia artificial hay que enseñarle en qué se debe fijar, y supone una inversión que a día de hoy solo pueden permitirse grandes despachos.

Por último, las herramientas de ‘e-discovery’ son la gran promesa, pero muchas veces también la gran decepción. Los abogados están acostumbrados a trabajar con herramientas ofimáticas con información desestructurada, lo que hace que un proyecto de ‘e-discovery’ suponga una inversión importante para rescatar la información válida. Es una gran apuesta a futuro, pero actualmente requiere un proceso de filtrado posterior que supone tiempo e inversión, ya que se debe depurar el resultado”.

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Jesús Yáñez