Sala de Prensa

22 julio, 2021

Predecir enfermedades a futuro ¿es posible?

Tribuna de Mª Luz Núñez Cano, abogada de ECIJA, publicada en Actualidad Jurídica Aranzadi.

A raíz de la pandemia, y las distintas noticias que relacionaban su grado de afección y sintomatología con el ADN de cada individuo, se dispararon el número de estudios clínicos que permitían diagnosticar la propensión a contraer enfermedades en un futuro y su relación con el estilo de vida y componentes genéticos.

Nacen así nuevos modelos de negocio disruptivos cuyo core radica en la biotecnología, entendida como ciencia que tiene como finalidad principal el estudio de los seres vivos a partir de aplicaciones tecnológicas.

Estas biotecnológicas emplean técnicas de Big Data y análisis de datos masivos que permiten, a partir de redes neuronales combinado con técnicas de inteligencia artificial, predecir un análisis genético según los componentes utilizados del paciente en un momento inicial. Por lo que, en consonancia con la matriz de características obtenidas de la red neuronal, resulta un modelo que te permite predecir resultados de forma genérica para cualquier paciente.

En este sentido, a partir del tratamiento masivo de datos se permite obtener un resultado más individualizado. Si bien, hasta ahora el empleo de técnicas de Big Data se realizaba de forma anonimizada, esto es, a partir de información que no permite identificar o ser identificable la persona física titular de los datos, pero, a partir de estos nuevos modelos de negocio, cuyo resultado es personalizado, crece la necesidad de tratar datos personales identificados e identificables de forma masiva.

Eso por eso, que las biotecnológicas, en la actualidad, realizan tratamiento de datos personales considerados sensibles por el Reglamento General de Protección de Datos Personales (“RGPD”). Atendiendo a lo establecido en esta normativa, la regla básica es la prohibición del tratamiento de datos sensibles a menos que medie alguna de las excepciones contempladas en su artículo 9.

Asimismo, este tratamiento de datos no reside únicamente en la explotación de la información para obtener un resultado personalizado del paciente, sino que existen fines y tratamientos correlacionados, como es: el almacenamiento en la nube o Cloud Computing, realizar técnicas de machine learning con nueva información que permita realizar análisis más precisos e inclusive con fines científicos que den la posibilidad de predecir enfermedades a futuro dependiendo de la franja de edad, datos socio-demográficos o socio-culturales, entre otros.

Actualmente, la posibilidad de tratar datos derivados del genoma humano, tejidos, órganos y demás componentes, así como las posibles perturbaciones y mutaciones genéticas que puedan derivarse, implica tal complejidad que solo la bioinformática puede resolver. De este modo, la bioinformática permite ampliar los campos de investigación interrelacionando varias variables de estudio: la predicción de genes, los componentes del genoma, la estructura de proteínas, entre otros factores que permitan prevenir futuras patologías.

Es por ello que este nuevo modelo de negocio exige un mayor nivel de cumplimiento en materia de protección de datos y seguridad de la información puesto que no solo realizan un tratamiento de datos masivos, sino que además la información tratada o resultante de dicho tratamiento resulta ser de carácter personal, confidencial y sensible.

Las principales obligaciones que necesitan ser observadas para el tratamiento de datos de salud son proporcionar una información clara y comprensible al paciente, obteniendo su consentimiento expreso e informado para poder tratar sus datos personales. Adicionalmente, la biotecnológica debe garantizar la implantación de medidas de seguridad como pudiera ser la encriptación o cifrado de la información, la limitación de accesos a dicha información, a nivel de usuarios, y la purga o anonimización, cuando ya no sea necesaria para la finalidad para la cual fue recabada. A su vez, y dentro de las obligaciones del RGPD, al estar en un escenario donde el tratamiento de datos sensibles se lleva a cabo de forma masiva y automáticamente, las entidades biotecnológicas deben realizar un análisis de riesgos, desde la perspectiva de privacidad, que permita detectar que potenciales riesgos conlleva este tipo de tratamiento y qué medidas de mitigación reducirían su impacto.

En la actualidad, personajes reconocidos como Bill Gates creen firmemente que existe un nicho, todavía por explotar, en la información biológica hasta el punto de que asegura que será posible cambiarla. Claros ejemplos encontramos en la creación de moléculas sintéticas en ordenador, sin necesidad de experimentar con material biológico en un laboratorio.

Nos encontramos en la era de la información tecnológica, en la que la información biológica tiene un gran protagonismo, ya que permiten cambiar el modelo actual de salud, en el que los recursos destinados no se centran en atender a personas con enfermedades o patologías, sino que permitan prevenirlas con las consiguientes ventajas para la Sociedad y el propio sistema sanitario. Por lo que la pregunta es clara, ¿estamos preparados para ello?

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