Qué tanto es tantito… Inteligencia artificial y patentes
Artículo publicado en El Universal
El desarrollo y la importancia de la inteligencia artificial (IA) han sido extraordinarios en los últimos años, especialmente en el campo de la propiedad intelectual (PI). La relación entre éstas llegó para quedarse, transformando profundamente la forma en que entendemos y gestionamos la innovación y la creatividad. No se limita a la protección legal que ofrecen las patentes y los derechos de autor, sino que se extiende a la misma participación de la IA en la creación tecnológica y artística.
Tanta es su importancia, que a finales del año pasado la IA ameritó una orden ejecutiva del mismísimo presidente de Estados Unidos. El 30 de octubre de 2023, Joe Biden emitió la ‘Orden Ejecutiva del sobre Desarrollo y Uso Seguro y Confiable de la Inteligencia Artificial’, la cual se conforma de un conjunto de políticas y principios enfocados en “promover la innovación responsable, la competencia y la colaboración que permitirá a Estados Unidos liderar en IA y desbloquear el potencial de la tecnología para resolver algunos de los desafíos más difíciles de la sociedad”.
En cumplimiento a la orden, la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos (USPTO) publicó el pasado 13 de febrero una guía para orientar a los solicitantes y examinadores sobre el uso de la IA, incluida la generativa/creativa, en el proceso inventivo. Sin duda, desde ya, esta guía, tiene y tendrá un impacto positivo en la patentabilidad de las invenciones generadas con la asistencia de la IA.
Aun cuando la guía no cambia la postura sostenida, no solo por la USPTO, sino por las oficinas de patentes y tribunales de jurisdicciones avanzados en temas de PI, como el Reino Unido, Unión Europea, Japón y el propio Estados Unidos, por cuanto a que solo los seres humanos podemos ser considerados inventores, se deja en claro que las invenciones que involucran IA pueden ser patentadas y que la determinación de inventor debe centrarse en la contribución humana.
La guía confirma que se puede hacer uso de IA en el proceso inventivo, y que dicho uso no niega, ni está por encima de, las contribuciones del ser humano como inventor. Una persona natural puede ser designada como inventor si contribuye significativamente. Así, en el contexto de la patentabilidad de invenciones asistidas por IA, la definición y reconocimiento del carácter de inventor se centra en la necesidad de una contribución humana significativa en el proceso inventivo; la cuestión clave es determinar dicha contribución significativa.
Además de recalcar la importancia de la creatividad y el discernimiento humano en el proceso inventivo, al reconocer los desafíos planteados por la intervención de la IA, la USPTO, facilita una lista exhaustiva de principios orientadores para determinar el alcance de la participación humana, insistiendo en que la contribución significativa debe ser demostrada a través de la forma en que se dirige y aplica la IA.
Si bien la USPTO reconoce que no hay regla fija sobre cuánto debe contribuir una persona para ser considerada como inventora y que el análisis debe realizarse caso por caso, es tajante por cuanto a que la contribución debe ir más allá de simplemente alimentar y controlar a la IA o reconocer, interpretar y aplicar un resultado. Sin embargo, una contribución significativa no debe entenderse como algo inalcanzable, pues ésta puede consistir en la forma en que el inventor construye la instrucción para obtener una solución particular de la IA.
De la guía, la cual debe ser de consulta obligada, no solo para los examinadores del IMPI, en atención al T-MEC y a los acuerdos firmados con la USPTO, sino por los investigadores, centros de investigación – públicos y privados – y en general por empresarios, se desprende que, no obstante, el boom de la IA, tratándose de invenciones y patentes, ésta debe ser vista como una herramienta y no como una inventora.
Así, aunque la IA es una herramienta valiosa, sigue siendo la creatividad humana la fuerza impulsora de las patentes.
A Cristóbal Thompson, con mi reconocimiento y agradecimiento por su gran labor en pro de la innovación en México como Director de la Asociación Mexicana de Investigación Farmacéutica. ¡Éxito en la nueva etapa!
Miguel Ángel Margáin