Sala de Prensa

20 mayo, 2020

Este artículo fue publicado por la revista Byte IT.

El artículo 34-1 de la Ley 17/2001, de 7 de diciembre, de Marcas, establece que el registro de una marca confiere a su titular un derecho exclusivo sobre la misma. Y no es para menos, habida cuenta de la importancia comercial y estratégica que tienen los signos distintivos y la cantidad de recursos, tiempo y dinero que se invierten por las empresas en desarrollar y mantener la notoriedad de sus marcas, para contar con la confianza del mercado como medio imprescindible para mantener e incrementar sus ventas.

Por ello, el uso indebido que pueda hacerse de la marca corporativa por terceros es una cuestión de suma importancia que las empresas deben vigilar, en particular en Internet, donde se produce la comisión de ciberdelitos como estafas, robo de datos, revelación de secretos, usurpación de identidad, etc., así como otras infracciones como la violación del derecho al honor o la competencia desleal. Sin perjuicio de que esto no es una novedad, es cierto que durante el confinamiento provocado por la crisis sanitaria del coronavirus se han incrementado estas infracciones, debido al aumento de la compra de productos y servicios a través de Internet y a la realización de trámites de forma virtual, al haber sido la única forma de hacerlo durante algún tiempo, lo que han aprovechado los evil hackers para intensificar su actividad.

De esta forma, se han realizado campañas de phishing y pharming en las que se han lanzado millones de mails en los que aparecen los logotipos de bancos, organismos oficiales, etc., mediante los que se trata de engañar a los destinatarios para que entreguen sus datos para usarlos de forma indebida, haciéndoles saltar a una web que funciona como máscara para hacer creer al usuario que se encuentra en la verdadera página web de la entidad (web spoofing). Asimismo, se ha aprovechado el boom del e-commerce durante el confinamiento para crear páginas web desde las que se venden productos de imitación o, simplemente, se ofrecen productos que jamás llegan al comprador, a pesar de haber sido pagados (counterfeiting).

Sigue leyendo el artículo completo.

SOCIOS RELACIONADOS

Javier López