Sala de Prensa

30 julio, 2020

Cinco Días recoge la opinión de Carmen Huélamo, abogada de ECIJA.

El auge de los rebrotes por coronavirus en diferentes comunidades autónomas y, en especial, las recomendaciones de varios países europeos de no viajar a España han llevado a numerosos turistas nacionales e internacionales a cambiar sus planes para estas vacaciones. De hecho, según fuentes de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) un 90% de los clientes británicos ya han anulado sus reservas para el mes de agosto, y la tasa de ocupación media en destinos de costa no supera el 50% cuando debería rondar el 80% por estas fechas.

En el centro del conflicto está la política de cancelaciones. La mayoría de las plataformas de viajes online están reembolsando sistemáticamente todos los adelantos a los huéspedes que han decidido anular sus reservas, independientemente del motivo de cancelación. Esta práctica no está siendo precisamente bien recibida por el resto de los agentes implicados que se quejan de no tener margen para reaccionar. “Nos encontramos con decenas de habitaciones vacías de un día para otro, o con que el huésped directamente no se presenta. Es una situación bastante difícil de manejar”, reconoce Luis Callejón, presidente de la Asociación de Hoteleros de la Costa del Sol.

Como explica Carmen Huélamo, abogada de ECIJA, la Ley vigente solo ampara a los consumidores que se vean afectados por alguna causa relacionada con el Covid-19. Esto quiere decir, según la abogada, que los hoteleros podrían oponerse a la devolución del dinero si las autoridades sanitarias no han decretado ninguna restricción a la movilidad (como una cuarentena obligatoria) y el servicio puede prestarse sin limitaciones. “Todo dependerá de las condiciones que se hayan pactado contractualmente”, recalca la letrada.

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