“La Ley de Startups debe convertir a nuestro país en un lugar atractivo para la inversión y estos negocios”
En estas declaraciones a LexGoApp explica el auge del movimiento startups en nuestro país y como una firma como ECIJA ha tenido la sensibilidad de asesorar a este colectivo empresarial desde hace años.
Moderador de una mesa redonda en el South Summit sobre emprendimiento y regulación jurídica, lo tiene claro: “la tecnología no debe regularse, sino que es la actividad que la tecnología ayuda a desplegar la que requiere de regulación”.
¿Qué balance hace de la presencia de su despacho en el último South Summit?
ECIJA hizo hace ya unos años una importante apuesta por el ecosistema emprendedor. Resultado de ello, a la fecha, trabajamos con muchos corporates, venture capitals, acelerados y startups, que dan trabajo a muchos profesionales del despacho.
Para nosotros estar en South Summit es una obligación, que asumimos con gran agrado, porque se trata de uno de los mayores eventos de emprendimiento del sur de Europa.
Durante el evento, hemos celebrado muchas reuniones con clientes y potenciales clientes y hemos tenido la ocasión de participar en dos mesas redondas sobre innovación y sobre regulación.
Que es lo que preocupa realmente a las startups en estos momentos a nivel legal?
Hablar de startups en sentido amplio es complejo. Dependiendo del momento en el que se encuentren las necesidades son unas u otras.
Desde aquéllas que se encuentran en fase seed, donde las necesidades van más en la línea de proteger sus activos y dar una estructura jurídica adecuada al negocio, hasta las que están levantando ya importantes rondas de inversión, donde el foco está más en la parte corporativa, fiscal, etc.
¿Qué servicios ofrece su despacho en este sentido?
ECIJA asesora a todos los agentes del ecosistema emprendedor en sus distintas fases y necesidades.
Nuestros profesionales han ido adquiriendo competencias muy especializadas en los diferentes ámbitos de actividad: propiedad intelectual, tecnología, mercantil, laboral, fiscal, regulatorio, etc.
Usted participó en una mesa redonda con otros expertos ¿Qué conclusiones extrae de ese debate, Hacia donde debe ir la regulación tecnológica?
La conclusión unánime es que la tecnología no debe regularse, sino que es la actividad que la tecnología ayuda a desplegar la que requiere de regulación.
El título de la mesa redonda que moderé era precisamente ése: “regular la actividad y no la tecnología”. En otras palabras, el legislador debe ser tecnológicamente agnóstico, regular la actividad empresarial y no la tecnología.
El presidente Sánchez hablo de una ley de Startups que estará operativa antes de final de año. ¿Qué elementos debe contar para que sea útil al ecosistema de emprendedores?
A mi juicio la ley de startups es un ejercicio complejo. Son muchas las trabas legales y fiscales que las startups se encuentran a la hora de poner en marcha sus proyectos, en comparación con otros territorios.
El gran objetivo de la norma, a mi entender, es tratar de convertir a España en un lugar competitivo y atractivo para startups e inversión.
¿Qué papel ha jugado la pandemia en ese salto digital que asume el sector legal? ¿Cómo ve el uso del teletrabajo en las relaciones en el mundo jurídico?
Ésta es harina de otro costal. El sector legal nunca ha sido un gran aliado de la tecnología. Sin embargo, es otro de los sectores que se ha visto (y se ve) profundamente impactado por aquélla.
La pandemia ha acelerado la digitalización del sector y le ha exigido ponerse a la misma velocidad que sus clientes.
Son muchas las tareas jurídicas que admiten la automatización y la introducción de tecnología, por lo que me aventuro a pensar que un porcentaje muy alto de nuestro trabajo estará digitalizado y/o automatizado en no mucho tiempo.
El tema del teletrabajo es un tema diferente. La profesión y el trabajo en firmas grandes requiere de contacto y de aprendizaje entre iguales, por lo que no creo que el teletrabajo pueda suplir plenamente al trabajo colaborativo presencial, sin perjuicio de que es de nuevo una herramienta muy atractiva para muchas cosas.
A nivel formativo, parece que los abogados de ahora nacen con un componente tecnológico importante que otras generaciones no tenían…
El abogado ha de estar siempre adaptado a las necesidades de sus clientes. Si éstas son de corte tecnológico (como ahora sucede) los asesores externos tenemos que estar a la altura.
En este escenario llegan los juicios online ¿Cuál es su visión del tema? ¿Cree que son realmente una alternativa válida a lo existente?
Soy un firme defensor de la justicia online. No creo que todos los procedimientos y que todos los órdenes jurisdiccionales puedan o deban trasladarse al entorno online, pero sí que hay un alto volumen de labor judicial que podría moverse a ese ámbito con plenas garantías para el justiciable. Dicho eso, se requiere de medios. De lo contrario, el resultado será infructuoso.
