Sala de Prensa

23 diciembre, 2019

Este artículo fue originalmente publicado por el medio Hoy. Ver PDF.

Agarras tu teléfono. Entras a tus redes sociales. Das me gusta a la foto de tu mejor amigo cenando en un restaurante. Luego publicas un mensaje diciendo lo bien que la pasaste de fin de semana en un hotel. Acciones ingenuas y recurrentes en la que usted, como usuario, está compartiendo, de manera gratuita y voluntaria, información que tiene un valor incalculable.

Así lo explica Hugo Écija, uno de los mejores abogados del mundo en Derecho de los Medios y en Propiedad Intelectual, de acuerdo a rankings prestigiosos y directorios del sector legal. Dada su notoriedad, pensamos nos recibiría un jurisconsulto distante. ¡No fue así! De inmediato, de su traje oscuro y moderno salió a relucir un profesional cercano que nos ilustró sobre medios, tecnologías y derechos.

“Los usuarios están regalando su información a no saben quién. Creo tienen que ser conscientes que su información: qué les gusta, qué hacen, dónde van, con quién se comunican… todo lo que hacen en redes es público y esa información en manos de grandes corporaciones, grandes gobiernos y de mafias puede ser peligrosa o, cuando menos, puede ser susceptible de comercio, eso es lo más importante”, señala Écija.

A modo de ejemplo, nos señala que las grandes corporaciones en el top 20 de las grandes empresas del mundo son, en su mayoría, tecnológicas: Facebook, Google, Amazon, entre otras.“Realmente lo que tienen esas empresas es millones de datos, si tienes todos los datos de lo que hace la gente, de lo que consume la gente, tienes un gran activo”, explica.

Protección de los datos y de la intimidad: algo clave en el mundo de hoy. Un elemento clave hoy día es la protección de los datos de los usuarios digitales y de su intimidad. De ahí que Écija, quien es socio en el país de la firma ECIJA DVMS, explique que cuando este tema entra en conflicto con derechos de las empresas, los abogados expertos deben encontrar el equilibrio entre los datos que se pueden usar y los que no.

“Como usuarios, las personas tenemos un derecho que es la intimidad y es un derecho a proteger nuestra privacidad y ese derecho lucha con el derecho de las empresas a explotar esos datos y ese punto de equilibrio es el que los abogados que somos expertos tenernos que encontrar. Buscar dónde termina el derecho a la intimidad de las personas y dónde empieza el derecho de las empresas a explotar nuestra información”, dice.

Los medios y las imágenes. Los medios de comunicación tampoco están exentos a estos conflictos. La presencia de los mismos implica otro tema: la propiedad intelectual. Y es que ahora con las redes sociales, con la globalización y con las redes digitales, este tema cobra más actualidad que nunca porque como “todo se publica”, se da la convergencia de propiedad intelectual y derecho de imagen.
Al respecto, Écija enfatiza que lo más importante es saber que todas las personas tenemos un derecho a nuestra imagen y tenemos el derecho a autorizar o negarnos a autorizar, lo que se publica de nosotros.

“En la redes sociales hay muchas violaciones actualmente y también hay mucha gente que no sabe que está autorizando, con sus hechos o con sus actos, muchas explotaciones de sus derechos”, expresa. Pero, ¿Qué pasa en el caso de los videos virales, que se convierten en noticia, por lo que los medios lo difunden?

Con mucho dominio de la materia, Écija responde que en España hay una jurisprudencia que deja claro que cuando un video es de interés público, de personajes públicos y en sitios públicos es legal su explotación, pero si se trata de alguien que no es público y que no sucede en lugares públicos, en ese caso sería prohibido.

A modo de ejemplo, cuenta que recientemente leyó que en España, el Ministerio de Fomento compraría varios millones de datos telefónicos para saber cómo se mueve la gente por España y así saber dónde tienen que hacer los túneles y los aeropuertos. Esto implica una venta de varios millones de euros, y el Gobierno español le compra a la empresa telefónica todos los datos de movilidad de los españoles en los últimos años.

“Quien tenga esa información tiene el poder de saber cómo debe construir la ciudad del futuro”, recalca. Pero, le preguntamos: ¿en este caso no hay un conflicto por la empresa telefónica compartir con el gobierno español datos de sus clientes? Écija nos explica que en este contexto, el punto de equilibrio es que los datos deben estar anónimos, es decir, se pueden vender las estadísticas, pero no datos que permitan identificar las personas como nombres, apellidos, entre otros.

“La empresa puede vender las estadísticas de movimiento de todos sus usuarios a través de los móviles, sabemos dónde está la gente, pero de manera anónima, es decir, no se sabe quiénes son, no hay nombre ni apellido, no hay raza, solamente personas que se mueven de manera anónima, y si es anónimo es legal”, afirma el jurista.
Volviendo al caso de los videos virales que son compartidos por el público en general y por medios de comunicación, la violación a derechos, dependerá de los bienes que estén afectados.

“En principio hay que saber que se trata de varios derechos, por un lado el derecho a informar y la libertad de expresión, y por, otro lado, el derecho a la propiedad intelectual o a la intimidad. Lograr ese punto de equilibrio, eso es lo complicado”, concluye.

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Hugo Écija