Sala de Prensa

30 junio, 2021

El medio de comunicación Yo también, recoge la opinión de Adalberto Méndez López, socio especializado en Derechos Humanos, Empresas y Responsabilidad Social Corporativa de ECIJA México.

En los últimos días, trascendió al mundo que la llamada “Princesa del Pop”, Britney Spears, dio un paso más en el costoso litigio en contra de su padre, Jamie Spears, para evitar que siga fungiendo como su tutor legal.

La intérprete de Baby One More Time fue declarada incapaz desde el 2008 por los tribunales estadounidenses debido a su condición de salud mental, tras un incidente con la policía al resistirse a entregar la custodia de sus hijos a su expareja, Kevin Federline. Desde esa fecha y hasta la fecha su padre ha fungido como tutor y tiene a su cargo la completa administración de los bienes (alrededor de unos 60 millones de dólares) y representación legal de la cantante. Sin embargo, la propia Britney hizo del conocimiento público que se opuso ante un tribunal de Los Ángeles a que continúe siendo un tercero quien lleve a cabo la gestión de sus asuntos comerciales y personales, calificando a esta medida de abusiva y narrando detalles sobre las restricciones a las que ha estado sometida los últimos 12 años.

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