Sala de Prensa

29 septiembre, 2020

La revista Capital Privado recoge la opinión de Oliver von Schiller, socio de ECIJA Advisory y Javier Bustillo, socio de ECIJA.

La adquisición de Idealista por más de 1.300 millones de euros ha puesto de relieve que el ecosistema emprendedor español progresa y madura a buen ritmo, pero todavía está lejos de otros países que comenzaron antes esta andadura, es uno de los factores que produce que ahora mismo haya un mayor número de inversores, proyectos y unicornios en otras regiones del Viejo Continente. Un crecimiento desigual también entre Europa y EEUU, cuna de las startups por excelencia.

“Que una startup se convierta en un llamado unicornio implica que su valoración en la última entrada de socios ha sido superior a mil millones de euros, por lo tanto, el momento actual de mucha liquidez ayuda a que cada vez haya más startups que adquieran el título de unicornios”, explica Javier Bustillo, socio de ECIJA, a elEconomista Capital Privado. El ejemplo lo tenemos en el portal de vivienda Idealista que pasaba hace unos días a formar parte de esa exclusiva y limitada lista de unicornios españoles que completan Cabify, Glovo, LetGo y Edreams.

Los expertos del sector consultados coinciden en destacar que el ecosistema de startups en España se ha transformado radicalmente en los últimos años. Desde ECIJA se muestran optimistas y consideran que en España cada vez un mayor número de inversores ponen sus ojos en el capital riesgo y en la inversión de proyectos innovadores, eso está ayudando a que grandes proyectos de este país tengan el apoyo que necesitan para lograr triunfar. “Creo que nos podemos sentir orgulloso en cómo se ha desarrollado el ecosistema emprendedor y cuantos grandes emprendedores han ayudado a que eso ocurra”, asegura Bustillo.

Para crecer rápidamente, necesitas que tu entorno esté adaptado a ese crecimiento y a lo rápido que se mueven las empresas tecnológicas, empezando desde las leyes que incentivan fiscalmente la inversión en empresas tecnológicas -si eran pocas, además ahora se ha tratado de acotar el flujo de inversión extranjera en España a sectores estratégicos- hasta la carga social que tienen las pequeñas empresas para afrontar la contratación de personal para crecer, explican desde Écija. “En España, sigue pesando más la inversión en ladrillo y es lo que se incentiva desde las políticas fiscales. Hasta que no cambie esa cultura, difícil ver ese crecimiento aquí”, explica Oliver von Schiller, socio de ECIJA Advisory.

Finalmente, hay una serie de barreras “como la fragmentación del mercado, el favorecimiento de las empresas de los sectores tradicionales, poca cultura de cooperación e innovación” que son difíciles de medir, pero que confía en que “irán cayendo por su propio peso”.

¿Cómo ser un unicornio?

Dicho todo esto, ¿qué tiene que hacer una empresa de base tecnológica para conseguir una valoración superior a los 1.000 millones de euros? Pues no es fácil, lo fundamental, destacan los expertos, es ser conscientes de que debe estar enfocada a un mercado a escala global. Nuestro competidor ya no es el del pueblo de al lado, es cualquiera en cualquier país y más nos vale ganar tamaño y know-how si queremos competir.

La mayor clave para un unicornio es el potencial tras haber contrastado el modelo de negocio y sus posibilidades de expansión. “En España hemos adolecido de una falta de ambición global en los proyectos empresariales y eso ha limitado mucho el tamaño de las compañías, que en el mejor de los casos tienen modelos de negocio muy sanos, pero muy locales y no quieren o no saben cómo expandirlos internacionalmente”, explica Von Schiller.

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Oliver Von Schiller